Lo siento, románticos: el circuito de Imola tiene más futuro fuera de la Fórmula 1
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En el plazo de una semana, hemos pasado de un Gran Premio como el de Miami al de Imola. Los contrastes no pueden ser más evidentes. La carrera estadounidense simboliza el futuro al que el promotor Liberty Media quiere llevar a la Fórmula 1, mientras que la italiana representa una tradición y un espíritu que parece condenado a desaparecer. Circuitos clásicos como Spa-Francorchamps, Barcelona o Zandvoort van a sufrir para permanecer en el calendario y, si lo hacen, será a través de la alternancia.
Es normal que el aficionado purista sufra cuando ve que Imola tiene un futuro negro como circuito de Fórmula 1. El espectáculo sensorial de un monoplaza a toda velocidad en trazados permanentes de la vieja escuela, es imbatible si se compara con el artificio de los circuitos urbanos. Es inútil lamentarse. Quizá el secreto sea detectar la oportunidad allí donde ahora todos ven un problema.
En esta nueva cruzada de Liberty Media, que desea crear una Superbowl en cada gran ciudad que visita, hay muchos damnificados. Los desheredados del nuevo orden establecido harían bien en crear una alternativa muy poderosa a la Fórmula 1. El mundo de los coches biplaza sport, conocidos en distintas variantes como prototipos, resistencia o WEC como reza su denominación oficial, vive una edad dorada ideal para aprovechar una oportunidad histórica.
Pero las oportunidades, como las ideas, no tienen valor si luego no se aprovecha todo su potencial. Famoso fue el caso del baloncesto en España en 1982, que estando muy cercano en popularidad al fútbol, dejó pasar un tren que nunca más volvió a pasar por delante. La Liga, aquel año, cambió el modelo y obligó a Televisión Española a pagar si quería imágenes para su programa estrella Estudio Estadio. RTVE y el baloncesto debían haberse puesto las pilas juntos para plantar cara al fútbol, dando una vuelta de tuerca a los resúmenes y retransmisiones. El resto ya lo conocen.
📍Imola: Then and now.From the last win in Imola for the top level of sport prototypes, in the 312 PB, to the one conquered on April 20th in the 499P.
Imola, we’re back 🏆#FerrariHypercar #Ferrari499P #WEC #6HImola pic.twitter.com/med4jo8o7W
— Ferrari Hypercar (@FerrariHypercar) April 29, 2025
Bastaba copiar lo que se hacía en Estados Unidos con la NBA y sus Highlights y añadir un buen contenido polideportivo. Fuera por desidia o por falta de visión, adiós a la oportunidad. Hoy día, igual que entonces ocurrió con el fútbol, la dictadura de la Fórmula 1 se podría contrarrestar, pero hacen falta valentía y buenos profesionales.
La afición italiana ha respondido en masa en la que podría ser la última carrera de la Fórmula 1 en Imola. La religión Ferrarista tiene esta cita como una de las fiestas de guardar. Pero la atención, es que Ferrari no sólo corre ahora en Fórmula 1, porque lo hace también en la categoría Hypercar y con más éxito, por cierto, que en la propia Fórmula 1. Pero Ferrari no está sola, está Porsche, está Peugeot, está BMW y así hasta 10 marcas prestigiosas con coches a cuál más espectacular. Imola podría tener vida mas allá de la Fórmula 1.
Es un momento único para que todos los perjudicados por la deriva actual de la Fórmula 1, se miren a los ojos y se digan: 'Oye, si ellos abandonan todo este terreno, aprovechémoslo y peleemos por este reino que ellos no han querido defender.' Circuitos tradicionales, plataformas de difusión, pilotos y marcas que no son bienvenidas por la especialidad reina del automovilismo, si son listos, pueden convertirse en una alternativa temible. No se sabe si superior a la propia Fórmula 1 como ocurría en los años sesenta, pero muy fuerte en cualquier caso.
Son muchos los huecos que está dejando libres Liberty Media. Y no es sólo un vacío respecto al automovilismo tradicional de los circuitos clásicos. En el aspecto técnico, los monoplazas actuales de Fórmula 1, con su tamaño desmedido, su aerodinámica extrema y un rugido de motores anodinos, han tomado una deriva absurda. La estética ya es una cuestión de gustos, pero sin entrar en comparaciones entre ambas categorías, la reglamentación actual de coches Hypercar ha promovido unos coches francamente bonitos y espectaculares a nivel sensorial.
Sound 🔛 for the #6HSpa race start 😍@AFCorse #FerrariHypercar #Ferrari499P #WEC pic.twitter.com/wzRnMDokAj
— Ferrari Hypercar (@FerrariHypercar) May 10, 2025
Las carreras de resistencia, sin embargo, desde que la FIA se cargara los maravillosos prototipos de comienzos de los años setenta, ha venido dando palos de ciego en el aspecto comercial. A esta especialidad, le hubiera venido muy bien la presencia de un Bernie Ecclestone, pero Bernie sólo hubo uno y le gustaban los monoplazas de Fórmula 1, no los coches de Sport. Desde entonces, ni con los espectaculares prototipos de Grupo C, la especialidad fue capaz de romper su nicho de aficionados irredentos.
El promotor actual del WEC (World Endurance Championship) es una joint-venture entre la FIA y el ACO (Automobile Club de L'Ouest) el organizador de las 24 horas de Le Mans. De entrada, una medida valiente, sería olvidar la denominación 'resistencia'. Con el avance tecnológico, desde hace ya unos años, en este tipo de carreras se va a fondo desde la primera hasta la última vuelta. Incluso las carreras de 24 horas, ya son un puro esprint donde ni pilotos ni máquinas se dejan nada en la recámara.
Toca el momento de ser innovador y salvo las carreras más clásicas del calendario de larga duración, podrían disputarse, por ejemplo, carreras de 2 horas con un cambio de pilotos cada hora. Al purista le sonará extraño, pero más extrañas son las carreras al esprint de la Fórmula 1 y ya se están dando como algo normalizado. Quizá haya llegado el momento, también, de abandonar el extraño BoP (Balance of performance), que equipara artificialmente el rendimiento de todos los coches. Un sistema de concesiones de evolución a los equipos rezagados, como se hace en MotoGP, sería una posible solución.
Los coches Hypercar, pueden atraer a toda una generación de pilotos muy brillantes que han sido rechazados por la Fórmula 1, por cuestiones más relacionadas con el valor comercial que con su talento. Los circuitos tradicionales, en unión al promotor del campeonato, también pueden seducir a todo ese notorio desencantado de los precios prohibitivos de la actual Fórmula 1. En definitiva, los elementos para que los coches biplaza den un tortazo a los monoplazas están ahí. Más les vale que aprovechen esta oportunidad histórica, porque puede que nunca tengan otra igual.
El Confidencial