La dulce venganza de Luka Doncic: el esloveno explota en su primer partido contra Dallas

No ha tenido que esperar mucho Luka Doncic para poder tomarse su venganza deportiva tras la sorprendente salida de los Dallas Mavericks. El esloveno, que muestra una evidente mejora de su estado de forma, impulsó el triunfo de su nuevo equipo, Los Ángeles Lakers por 107-99.
Después de siete temporadas siendo la estrella de la franquicia de Texas, donde se produjo su desembarco en la NBA tras su salida del Real Madrid, Doncic se empleó a fondo para ser esta vez su verdugo. Tanto que logró su primer triple doble como jugador de los Lakers con 19 puntos, 15 rebotes y 12 asistencias.
Unos números brillantes pese a que el base no estuvo del todo acertado en ataque, con solo 6 tiros de campo anotados de 17 intentos, pero compensados por un inusual esfuerzo defensivo que se materializó en tres robos de balón y dos tapones.
«No sé cómo explicarlo», explicó tras el partido Doncic sobre cómo había vivido el duelo frente a sus excompañeros. «Creo que en el primer y segundo cuarto no sabía qué estaba pasando. Simplemente era diferente. Ni siquiera puedo explicar cómo me sentí».
El de la noche del martes ha sido el primer partido oficial en el que Doncic se ha tenido que ver las caras contra un exequipo, pues su visita a Madrid con los Mavericks no cuenta al haber sido un amistoso.
«Hoy no pude meter nada», señaló sobre sus tiros fallados. «Sólo estoy contento de que hayamos conseguido una victoria. Estoy deseando irme a dormir», zanjó el genio esloveno.
Doncic y Austin Reaves, que logró 20 puntos, llevaron el peso ofensivo de los Lakers hasta que en la recta final apareció su líder, LeBron James, para certificar el triunfo.
El alero, en un excelente momento de forma pese a sus 40 años, anotó 16 de sus 27 puntos en un frenético último cuarto, garantizando la novena victoria de la franquicia angelina en los últimos 11 partidos.
Aun con el recital de LeBron, la noche estuvo monopolizada por el reencuentro de Doncic con los Mavericks, la franquicia a la que comandó hasta las pasadas Finales y en la que quería desarrollar toda su carrera.
El público del Crypto.com Arena alentó con fuerza a su nuevo ídolo pero también ovacionó a Anthony Davis, la otra gran pieza importante del traspaso, que tomó el camino inverso, mudándose a Dallas después de seis años en Los Ángeles.
El pívot, que vio el juego desde el banquillo por una lesión abdominal, fue homenajeado con un vídeo de tributo de sus mejores momentos en el equipo angelino, coronado por el anillo conquistado en el año 2020 junto a LeBron James.
El cerebro de esta controvertida operación, el mánager general de los Mavericks Nico Harrison, estuvo también en el recinto y recibió algunos cánticos de agradecimiento de aficionados de los Lakers por entregarles a Doncic, uno de los jugadores de mayor presente y futuro de la liga a sus 25 años.
En cuanto arrancó el partido, el esloveno no tardó en demostrar su extramotivación con varios ataques brillantes, un robo y una fuerte protesta a un árbitro que le señaló una falta técnica. En el primer cuarto ya acumulaba 9 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias, lanzando varios mensajes al banco rival tras sus canastas.
El esloveno también hizo honor a su apodo de 'Luka Magic' con una espectacular asistencia sin mirar para un triple de Reaves.
Pese a verse en varias desventajas importantes, los Mavericks siguieron plantando cara bajo el liderazgo de Kyrie Irving, que terminó con 35 puntos y se fundió en un abrazo en la pista con Doncic.
«Kai es mi hermano. Eso va mucho más allá del baloncesto. Fue bueno ver a todos estos chicos», afirmó Doncic.
El acelerón final comandado por LeBron selló el triunfo de los Lakers, que ocupan la cuarta plaza de la Conferencia Oeste y se perfilan para ser un peligroso rival en los playoffs.
abc