The Elder Scrolls Online abre su mayor experimento cooperativo: así será The Writhing Wall, el evento que definirá el final de 2025

El universo de 'The Elder Scrolls Online' está a punto de transformarse. A partir del 13 de octubre de 2025, los jugadores de todo el mundo se enfrentarán a un desafío sin precedentes: derribar una muralla viva que divide la isla de Solstice, escenario central del arco narrativo Seasons of the Worm Cult, la historia anual con la que ZeniMax Online ha articulado el contenido de este año. El evento, titulado The Writhing Wall, no solo abre la puerta a la última gran expansión del año, Eastern Solstice, sino que redefine el modo en que las comunidades participan dentro del juego. Por primera vez en la historia del MMO, cada megaservidor deberá cooperar —o competir, según se mire— para avanzar en un mismo objetivo colectivo: destruir el muro y desbloquear la nueva zona.
El concepto, explicó Mike Finnigan, Associate Design Director de The Elder Scrolls Online, en conversación con EL TIEMPO, busca poner a prueba la escala social del juego. “Este es un evento comunitario de varias semanas. Cada servidor trabaja de manera independiente; una vez que tu comunidad logre derribar el muro, Eastern Solstice se abrirá para todos los jugadores de ese servidor”, señaló. No se trata, por tanto, de una simple actualización simultánea. Cada plataforma —PC, Xbox o PlayStation— tendrá su propio ritmo, dependiendo del compromiso y la colaboración de sus jugadores. El estudio espera que el proceso tome varias semanas y que el resultado final sea distinto en cada región, reflejo de la fuerza y la organización de sus comunidades.

El evento comenzará con la construcción de campamentos de asedio. Foto:eso-hub.com
El evento comenzará con la construcción de campamentos de asedio y un arma colosal llamada la Soul Tower, diseñada para bombardear la muralla. A medida que las estructuras se levantan, oleadas de enemigos provenientes de Coldharbour atacarán los campamentos, obligando a los jugadores a defenderlos. Estas primeras misiones, conocidas como la fase de Supply and Defense, permitirán participar incluso a quienes no posean el pase de contenido, pues bastará con realizar misiones repetibles o apoyar los combates abiertos que aparecerán por todo el mapa. La segunda fase, Assault on the Wall, marcará el momento en que el arma de asedio comience a disparar contra la estructura. En esta etapa aparecerán nuevos jefes de mundo y aumentarán las invasiones en calabozos y mazmorras del juego base. Cada contribución —ya sea derrotar enemigos, limpiar delves o completar misiones secundarias— contará para el progreso global del servidor.
La tercera y última fase será la más ambiciosa: The Writhing Fortress, una instancia pública masiva que reunirá a decenas de jugadores simultáneamente. Allí, los aventureros deberán cooperar para derrotar guardianes de torre de escala colosal y destruir la fortaleza que sostiene la muralla. El primer grupo que logre completar esta misión desencadenará un cambio irreversible: el muro caerá y Eastern Solstice quedará desbloqueada para todos los jugadores de ese servidor. La fortaleza permanecerá abierta durante una semana adicional, permitiendo que otros grupos experimenten el enfrentamiento final. Es, en palabras del estudio, un evento de “una sola vez” con impacto permanente.
Finnigan describe la idea como un experimento consciente dentro de un juego que ya cumple más de una década en activo. “Hemos querido dar un gran momento de camaradería de servidor. Un objetivo monumental para toda la comunidad y que además cierre el año narrativo”, explicó. En su visión, la clave está en romper con la estructura tradicional de los eventos MMO, que suelen limitar a los jugadores a una misma secuencia o calendario. Aquí, el estudio permite que cada servidor trace su propio destino. “Queríamos ver hasta dónde puede llegar una comunidad cuando se le da control real sobre el mundo del juego”, añadió.

The Writhing Wall Event Foto:eso-hub.com
El estudio ha diseñado el sistema para que casi cualquier tipo de jugador pueda aportar. No será necesario enfocarse en un único estilo de juego. “No queríamos encasillar a los jugadores. Todo lo que te guste hacer en ESO —PvE, PvP, crafting, dungeons— contribuye al esfuerzo”, explicó Finnigan. Esto incluye incluso a los recién llegados: el evento es de carácter “level-agnostic”, lo que significa que no hay requisitos de nivel máximo. Los nuevos jugadores podrán participar a través de misiones del juego base, derrotando enemigos o colaborando en los asedios, con recompensas que escalan según su progreso.
La dimensión del reto, sin embargo, es considerable. ZeniMax espera que cada comunidad tarde “varias semanas” en completar las tres fases. Finnigan detalla que el equipo ha balanceado las cifras para mantener un sentido de progresión tangible, pero no trivial. “Queremos que se sienta como un verdadero esfuerzo colectivo”, dijo. Y lo será: en la práctica, cada victoria individual —una invasión repelida, un campamento defendido, un enemigo derrotado— alimentará el contador global del servidor. Si un servidor logra derribar el muro, su mundo cambiará para siempre.
El incentivo no es menor. Las recompensas de The Writhing Wall incluyen el título exclusivo Wallbreaker, disponible solo durante el evento; la montura Soul Wall Basilisk, obtenible al completar la “Golden Campaign”; y una colección de objetos cosméticos, motivos de artesanía, mascotas y atuendos inéditos. Algunos de ellos, confirma el estudio, desaparecerán para siempre una vez concluido el evento, una decisión pensada para reforzar el sentido de momento histórico. “Queríamos que fuera algo que no se repita. Si participas, habrás formado parte de una página de la historia viva del juego”, afirma Finnigan.
Detrás del espectáculo, el desafío técnico ha sido igualmente monumental. El diseñador reconoció que “hacer algo de esta magnitud ha implicado a todo el estudio, desde ingeniería y arte hasta marketing y efectos visuales”. Construir el propio muro y coordinar un sistema de progreso sincronizado por servidor representó uno de los mayores retos desde el lanzamiento del juego. “Tuvimos que aprender en el camino. Involucramos a todos los equipos, hicimos pruebas cruzadas, y fue un proceso de aprendizaje continuo. Es la primera vez que intentamos algo así”, comentó.
El resultado será también un experimento medible. Finnigan explicó que el equipo usará la información de participación, los tiempos de progreso y las reacciones de los jugadores para definir los futuros contenidos en vivo. “Queremos ver cómo se organizan los jugadores, qué actividades disfrutan más y cómo reacciona cada comunidad. Esta información nos ayudará a decidir cuán grandes pueden ser nuestros próximos eventos”, señaló. En otras palabras, The Writhing Wall funcionará como una suerte de laboratorio de diseño a escala masiva.

El estudio ha diseñado el sistema para que casi cualquier tipo de jugador pueda aportar. Foto:eso-hub.com
El evento coincide con el cierre del Content Pass 2025, que ha dividido el año en dos expansiones (Western y Eastern Solstice) y en varios packs de mazmorras previas. La caída del muro marcará el desenlace del arco del Worm Cult, la secta necromántica que ha servido como eje narrativo de la temporada. Con la apertura de Eastern Solstice y la actualización Update 48, The Elder Scrolls Online cerrará un año de experimentos estructurales que apuntan a reconfigurar su manera de contar historias dentro de un mundo compartido.
Más allá del contenido, la apuesta de ZeniMax es conceptual. La compañía quiere comprobar si su comunidad, todavía sólida tras más de diez años, está lista para un modelo de juego vivo que dependa menos de expansiones cerradas y más de acontecimientos globales. El 13 de octubre marcará el inicio de esa prueba. Cuando las primeras Soul Towers comiencen a disparar y los campamentos se llenen de jugadores, cada servidor sabrá que no está compitiendo por un logro individual, sino por un cambio colectivo en su propio universo digital. Y cuando finalmente caiga el Muro Convulso, el mundo de The Elder Scrolls Online no volverá a ser el mismo.
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