Presentan una supercomputadora cuántica "20.000 veces más potente" que las actuales: para qué sirve

En tecnología, las competencias entre empresas y naciones por llegar primero a mostrar los grandes avances que van dándole un nuevo molde al mundo son verdaderas carreras. Y la carrera de la computación cuántica es la que más velocidad desarrolla y sorprende por estos días.
A menos de tres meses del lanzamiento de la supercomputadora china Zuchongzhi 3.0, del otro lado del mundo, IBM reveló que se viene su Quantum Starling, “la primera supercomputadora cuántica del mundo a gran escala y tolerante a fallos”, según dijo la compañía con sede en Armonk, Nueva York.
Con esta poderosa maquina del futuro, proyectan ejecutar 20.000 veces más operaciones que las computadoras cuánticas actuales.
La máquina china cuenta con 105 qubits y es capaz de hacer cálculos que las versiones estadounidenses actuales tardarían unos 6.000 millones de años en completar, difundió su fabricante.
La empresa norteamericana descifró el código sobre cómo escalar la corrección de errores cuánticos. IBM Starling será capaz de realizar 100 millones de operaciones cuánticas utilizando 200 cúbits lógicos. Se basará en un revolucionario código de corrección de errores (conocido como código LDPC) que fue publicado recientemente en la portada de la revista Nature.
Al igual que en la computación clásica, se necesitas que las computadoras cuánticas tengan corrección de errores para poder resolver problemas realmente útiles.
Durante décadas, otro código de corrección de errores, conocido comúnmente como código de superficie, se ha considerado el método principal. Sin embargo, este código presenta problemas y es improbable que escale a los tamaños necesarios para alcanzar la tolerancia a fallos.
A diferencia de las computadoras tradicionales, las cuánticas pueden explorar muchas soluciones al mismo tiempo.
El código nuevo “resuelve el problema de escalabilidad en la computación cuántica. Ha sido diseñado para reducir la sobrecarga necesaria para la corrección de errores en un 90% y es la primera vía creíble hacia un sistema cuántico tan potente”, explicaron desde la compañía.
El nuevo sistema de IBM estará alojado en el nuevo centro de datos cuánticos de IBM en Nueva York y estará disponible para los usuarios en 2029.
Al implementar una corrección de errores escalable para lograr la tolerancia a fallos, a veces denominada "el santo grial de la computación cuántica", Starling abrirá enormes territorios matemáticos nuevos.
Podrá ejecutar algoritmos que podrían acelerar drásticamente la eficiencia en tiempo y costos en diversas industrias, incluyendo el desarrollo de fármacos, el descubrimiento de materiales, la química, la optimización logística y financiera, y otras áreas.
“Ya no hay duda de cómo ni cuándo lograremos la tolerancia a fallos. Durante los próximos cuatro años, nuestro equipo asumirá la ambiciosa tarea de construir la arquitectura que estamos diseñando hoy”, prometen desde IBM.
Y agregaron: “Durante los próximos cuatro años, lanzaremos procesadores cuánticos cada vez más grandes e interconectados, cada uno de los cuales cumplirá con los criterios específicos establecidos en la investigación de IBM sobre cómo escalar la tolerancia a fallos. Juntos, estos avances se combinarán para formar Starling”.
IBM ha trabajado con más de 600.000 usuarios y casi 300 organizaciones para comprender cómo llevar la computación cuántica útil al mundo.
La computación cuántica multiplica por millones los cálculos en comparación con las máquinas actuales.
La competencia entre China y Estados Unidos en el ámbito cuántico se ha intensificado durante la última década. En 2019, Google sorprendió al mundo al presentar Sycamore, el primer procesador en alcanzar la supremacía cuántica al resolver en 200 segundos un problema que, según estimaciones, una supercomputadora clásica tardaría 10.000 años en completar.
No obstante, con la introducción de Zuchongzhi 3.0, China ha mostrado un rendimiento sin precedentes, lo que le ha permitido superar hitos anteriores y volver a tomar ventajas en un ámbito donde las grandes corporaciones disponen todos los recursos para aventajar a sus rivales.
Por décadas, la computación clásica -basada en transistores y bits- ha sido la columna vertebral del desarrollo tecnológico. Sin embargo, a medida que los problemas a resolver se vuelven más complejos, ha surgido una nueva promesa: la computación cuántica, una tecnología capaz de realizar en segundos cálculos que tomarían miles de años a las supercomputadoras actuales.
A diferencia de las computadoras tradicionales, que procesan información en bits (valores de 0 o 1), los computadores cuánticos operan con qubits, unidades que pueden estar en múltiples estados a la vez gracias a los principios de superposición y entrelazamiento propios de la mecánica cuántica. Esto les permite explorar muchas soluciones al mismo tiempo y resolver problemas de enorme complejidad
Clarin