El tropiezo de Apple: ¿se quedó atrás en la carrera de la IA?

El evento de IA de Apple fue calificado como «decepcionante» por analistas. La ausencia de una nueva Siri y el foco en el diseño «Liquid Glass» revelan una nueva estrategia. Descubre qué significa para tu iPhone.

Tras meses de enorme expectación, la gran presentación de Apple sobre el futuro de su inteligencia artificial ha sido calificada por analistas de Wall Street como «decepcionante» y un «fracaso». Pero, ¿es este aparente tropiezo un simple error o una calculada jugada estratégica? La respuesta revela mucho sobre el futuro de tu iPhone.

La Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC) de Apple de junio de 2025 estaba marcada en rojo en el calendario de la industria tecnológica. Se esperaba que la compañía de Cupertino presentara su respuesta contundente a los avances en inteligencia artificial de sus rivales. Sin embargo, el evento dejó a muchos con una sensación de anticlímax, centrando la atención no en una revolución de IA, sino en un rediseño estético y actualizaciones incrementales.

Este enfoque plantea una pregunta incómoda para la legión de seguidores de la marca: ¿Ha perdido Apple su toque innovador justo cuando la IA redefine la tecnología?

Sugerencia: Un gráfico comparativo que muestre los avances en IA de Google y OpenAI frente a los anuncios de Apple en la WWDC, visualizando la brecha percibida.

La principal fuente de decepción fue la notable ausencia de la prometida versión «más inteligente y versátil» de Siri. Apple había generado grandes expectativas sobre una renovación fundamental de su asistente virtual impulsada por IA, pero la realidad fue un jarro de agua fría. Craig Federighi, el máximo responsable de software de Apple, admitió que el proyecto «necesitaba más tiempo para alcanzar nuestro alto estándar de calidad», confirmando que la actualización no llegará hasta 2026 como muy pronto.

Esta demora no pasó desapercibida. Analistas como Dipanjan Chatterjee de Forrester Research describieron el silencio en torno a Siri como «ensordecedor», mientras que Angelo Zino de CFRA calificó el evento directamente como un «fracaso». Para muchos, fue la señal más clara de que Apple, por primera vez en mucho tiempo, está visiblemente rezagada.

Durante años, Apple ha sido la empresa que marca el ritmo, la que define la experiencia de usuario que el resto de la industria intenta imitar. Sin embargo, en la carrera de la inteligencia artificial, los papeles parecen haberse invertido. Compañías como Google, Microsoft y OpenAI están integrando IA avanzada de forma mucho más rápida y visible en sus productos principales.

El retraso de Siri, el producto de IA más emblemático de Apple, es el síntoma más evidente de un problema estratégico mayor. La compañía, conocida por su secretismo y su control férreo sobre su ecosistema, parece estar luchando para adaptar su cultura de desarrollo a la velocidad vertiginosa que exige la revolución de la IA.

Ante la incapacidad de presentar una innovación funcional revolucionaria, Apple parece haber optado por una clásica táctica de distracción estratégica: una innovación estética. El evento se centró en gran medida en dos anuncios principales: un nuevo lenguaje de diseño llamado «Liquid Glass» y un cambio en la nomenclatura de su sistema operativo a iOS 26.

Liquid Glass es el rediseño visual más importante para el software de Apple en una década. Introduce una estética translúcida en menús y barras de herramientas, permitiendo que los iconos y las ventanas refracten y reflejen lo que hay detrás. También añade más opciones para redimensionar aplicaciones y da a los iconos un aspecto más curvado.

«El evento de este año no trató de innovación disruptiva, sino de una cuidadosa calibración, refinamiento de la plataforma y habilitación de los desarrolladores, posicionándose para movimientos futuros en lugar de desvelar tecnologías que cambian el juego». – Francisco Jeronimo, Analista de IDC.

Este enfoque en el diseño puede interpretarse como una forma de hacer que los dispositivos existentes se sientan «nuevos» y frescos, manteniendo a la base de usuarios satisfecha mientras la compañía gana un tiempo crucial para que su tecnología de IA subyacente madure.

Junto con el rediseño, sí se anunciaron algunas nuevas funciones, como la aplicación «Games» para centralizar la experiencia de juego y «Workout Buddy», un asistente de entrenamiento con IA para el Apple Watch. Sin embargo, estas fueron vistas como mejoras incrementales y de plataforma, no como el gran salto adelante que el mercado esperaba.

La WWDC 2025 ha mostrado a una Apple en plena transición: más cautelosa, más estratégica y, por primera vez, visiblemente a la defensiva en la revolución tecnológica más importante de la década. La gran incógnita es si su fiel base de usuarios y los inversores tendrán la paciencia de esperar.