La celebrity Ariel King se lleva un botín de miles de euros y deja destrozos en el chalé al irse tras meses sin pagar el alquiler

La millonaria celebrity estadounidense Ariel R. King ha abandonado finalmente el chalé de Teulada (Alicante) donde llevaba meses sin pagar el alquiler -una deuda de 17.000 euros-, aunque como triste recuerdo para los dueños ha dejado destrozos evidentes y se ha llevado varios cuadros de pintura y una vajilla valorada en 4.000 euros.

«No te pago y encima eres tú la mala». Así resume el desenlace de esta desastrosa experiencia para los propietarios Antonio Plana, director de APD Security Iberia, la empresa de 'desokupación' que contrataron para recuperar esta vivienda de lujo con viñedos y establos para caballos situada en una paradisiaca zona de la Costa Blanca.

Al tratarse, además, de una casa de la familia, en la que había objetos de valor sentimental como las citadas pinturas, no quisieron despojarla de estos recuerdos y ahora han denunciado en el juzgado este robo, una última y desagradable sorpresa después de la tensión para desalojar a la «doctora» que se ha hecho famosa en Internet como inspiradora para los jóvenes que buscan su desarrollo profesional y personal.

«No querían tocar nada y mover cosas de su casa, y ahora les ha dejado cosas por el suelo, hay una puerta rota y otros destrozos», describe Plana, quien también recuerda cómo Ariel Rosita King les denunció a ellos por supuestamente cortarle el suministro eléctrico, cuando lo había provocado ella y había «aparentado» el problema contratando un servicio de reparación urgente. El asunto fue archivado en el juzgado.

Al parecer, la influencer y autora de libros para este tipo de autoayuda alquiló este chalé avalada por su buena reputación como miembro de un club Rotary altruista al otro lado del Atlántico.

Ante estas referencias como altruista, los arrendatarios no desconfiaron y Ariel R. King pagó el alquiler de 2.900 euros mensuales hasta que -por lo visto- su pareja la dejó y se marchó Estados Unidos.

Tal como publicó ABC, acabó por atrincherarse sin salir prácticamente de casa y fingió incluso no hablar español cuando acudió la Guardia Civil ante sus denuncias por la presencia de la empresa de 'desokupaciones' en la inmediaciones.