Creciente ofensiva contra Irán podría 'resucitar' a peligrosos proxys islamistas, ¿inclinarían la balanza?

La creciente ofensiva entre Israel e Irán, con bombardeos mutuos que se han extendido a lo largo de cinco días e ignorado clamores de tregua, se ha convertido en la mayor ofensiva continua entre ambos países, enemigos jurados desde hace décadas.
Y es que, desde que el presidente estadounidense, Donald Trump, afirmó que su país podría participar directamente en el conflicto a favor de Tel Aviv, los temores de que otros actores -bien sea países o grupos armados en Oriente Medio- intervengan directamente ha aumentado, en lo que sería una guerra a gran escala cuyas consecuencias serían catastróficas, no solo para la región, sino el mundo.
Solo esta semana los muertos acumulados superan los 250, y los heridos ya llegan a más de 1.000.
Por ello, esta semana Teherán puso sobre la mesa sus intenciones de un alto al fuego bajo la condición de la no participación de Washington, algo que inclinaría la balanza contra Irán, que hasta ahora se ha llevado la peor parte de los ataques.
Sin embargo, en la esfera pública, la República Islámica radicalizó aún más su discurso y advirtió que la intervención del gobierno Trump convertiría a sus bases en la región en objetivos militares, mientras amenazaba a Israel de graves consecuencias si continúa su ofensiva.

Guerra Irán e Israel; 17 de junio Foto:EFE
Pero hay otra capa a esto que podría significar en una encrucijada a múltiples frentes para Israel: la potencial resurrección de los aliados y facciones de Irán alrededor de la región.
Y es que, a pesar de los duros golpes que los ‘proxys’ y grupos aliados de Irán han recibido en los últimos meses, los cuales han incluso obligado al repliegue de sus ataques, todavía hay raíces de estos grupos que podrían resucitar y jugar un rol desestabilizante en el tablero.

¿Qué se sabe del ataque de Israel a Irán qué puede pasar? Foto:
De hecho, varios de estos grupos, que conforman el denominado Eje de la Resistencia, una alianza orquestada por Teherán que se expande por varios países de Oriente Medio, ya han manifestado su respaldo a la República Islámica.
Esto representa una amenaza para el Estado hebreo, que pese a ser el país más poderoso de Oriente Medio con un amplio y tecnológico arsenal militar -en el que incluso estarían ojivas nucleares-, su territorio se expande en una zona muy reducida y sus habitantes apenas rondan los 10 millones, mientras que Irán, con un inmenso territorio y más de 90 millones, podría representar un peligro para Tel Aviv si además se le suman ataques a múltiples frentes de sus ‘proxys’.

Bombardeos iraníes sobre Israel Foto:Archivos particulares de redes sociales
El grupo islamista Hamás, el cual perpetró la violenta incursión en Israel el 7 de octubre de 2023, que dejó más de 1.200 muertos y alrededor de 250 secuestrados (de los cuales 59 siguen en cautivos), es uno de los enemigos más acérrimos de Israel.
Su cercanía geográfica lo ha convertido en un objetivo militar constante al que, tras la masacre de 2023, Israel ha librado una ofensiva que ha diezmado a este grupo, pero a la vez causado una crisis humanitaria sin precedentes en la Franja de Gaza que ya suma más de 55.000 muertos, la mayoría civiles palestinos.
De hecho, el grupo islamista subrayó que Irán "está demostrando un alto grado de voluntad y preparación" en este último enfrentamiento con el país hebreo. "El enemigo sionista puede iniciar la guerra, pero no tiene las llaves de su conclusión", reza la nota.

Militantes palestinos de Hamás se reúnen en el lugar de entrega de cuerpos de 4 rehenes israelíes. Foto:AFP
Desde la incursión del 7 de octubre, la organización chií Hezbolá ha lanzado varios ataques en territorio israelí en apoyo a la causa del grupo terrorista palestino. Hezbolá se fundó en 1982 y hoy es una influyente fuerza política con una gigantesca estructura militar que además es financiada por Irán.
“Hezbolá es mucho más fuerte que Hamás. Se estima que reciben casi 1.000 millones de dólares al año por parte de Irán y cuentan con recursos adicionales por su vinculación en economías ilícitas como el narcotráfico y el lavado de activos. Su arsenal de cohetes ha sido calculado en 100.000. Es sin duda un actor de mucho cuidado”, le dijo a EL TIEMPO Janiel Mleamed, doctor en Seguridad Internacional y profesor del Departamento de Ciencia Política y Relaciones Internacionales de la Universidad del Norte.

Combatientes de Hezbollah Foto:EFE
Sin embargo, los ataques de los últimos meses de Israel contra Hezbolá han descabezado a casi toda su cúpula militar, entre ellos su máximo líder, Hassan Nasrallah. Desde entonces, el grupo ha mantenido una postura menos activa en el conflicto y Líbano ha iniciado unas conversaciones de tregua con miras a un desarme de este grupo.
Pero, “la organización no está acabada”, dijo al respecto el profesor Oscar Palma, docente magíster en seguridad internacional en la Universidad de Leicester.
Hutíes, los rebeldes de Yemen que atacan barcos en el mar RojoHace diez años, los rebeldes hutíes -un movimiento político que surgió en los 90 y que reúne grupos tribales y religiosos chií- tomaron el poder en Saná, la capital de Yemen, un hito que los insurgentes han aprovechado para influir en conflictos de Medio Oriente, en especial la guerra en Gaza. Desde entonces son un actor desestabilizador.
Según un informe de Reliefweb, un servicio digital de la Oficina de Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA), en 2022 las fuerzas hutíes sumaban a más 200.000 combatientes. Hoy, se estima que los números son incluso mayores.

Rebeldes hutíes, en Yemen. Foto:EFE
Con el respaldo de Irán, los hutíes han llevado a cabo acciones de gran envergadura contra Israel. Se enfocan principalmente en ataques en el mar Rojo contra buques mercantes que ellos consideran que pertenecen o tienen vínculos con Israel. Los ataques son también un duro golpe a las finanzas mundiales, debido a que este paso representa el 10 % del mercado marítimo global.
El grupo también puede lanzar misiles y drones suicidas hacia Israel. Sin embargo, Melamed matiza que “por su distancia, unos 2.000 kilómetros de separación, hacen que sean una herramienta más limitada”.
A esto se suma su capacidad militar, que ha demostrado resistir a ofensivas. Se estima que han soportado más de 25.000 ataques aéreos en los últimos diez años. Al respecto, para Oscar Palma haría falta una “estrategia más sistemática” de Israel que de verdad ponga a prueba las defensas de este grupo.
Milicias de Irak y SiriaLa resistencia islámica en Irak y Siria, representada en alrededor de 3.000 combatientes de distintas milicias, son otros actores del Eje de la Resistencia.
En Irak, se han visto ataques contra bases y convoyes utilizados por Estados Unidos. Esto podría repetirse si los estadounidenses se implican más en esta guerra.

Edificio alcanzado por un misil disparado desde Irán, en el centro de Tel Aviv. Foto:AFP
De hecho, la milicia iraquí proiraní Kataib Hizbulá, la más relevante en el seno de la Resistencia Islámica en Irak, advirtió a Estados Unidos de que atacará sus "intereses y bases" en Oriente Medio si interviene en el conflicto entre Israel e Irán.
"Si Estados Unidos interviene en la guerra, actuaremos directamente contra sus intereses y bases, repartidas por toda la región, sin dudarlo", dijo en un comunicado el secretario general de la milicia, Abu Husein al Hamidaui.
Los riesgos latentes de un conflicto a gran escalaPor ello, existe la preocupación regional de que lo que está ocurriendo pueda tener implicaciones y reúna los esfuerzos de estos grupos en la región, en una ‘reactivación’ del Eje de la Resistencia, algo que agravaría aún más lo que ya es una escalada sin precedentes entre Irán e Israel.
Además, la intervención de países como Estados Unidos podría incitar a otras naciones aliadas de Irán a tomar una postura más agresiva; es el caso de Rusia y China, países cercanos a la República Islámica, que en el reciente conflicto se han mostrado del lado de Teherán.

Donald Trump se ha referido a la posible participación de EE. UU. en el conflicto. Foto:EFE
Sin embargo, pese a los focos de conflicto, para Israel no es nada nuevo tener múltiples frentes. “No es algo nuevo o sorpresivo para sus fuerzas de seguridad”, comenta Melamed.
A pesar de esto, el costo humanitario de un conflicto a gran escala en Medio Oriente sería devastador, además de las consecuencias políticas y económicas.
Sin embargo, Palma pone en duda la capacidad que tendría Israel de ganar un conflicto con tantos actores.
“Si bien Israel puede estar en todos los escenarios y mantener una capacidad militar en cada uno de ellos, el problema es si va a lograr algo estratégicamente con esto, es decir, ¿de verdad cree que puede destruir completamente las redes de Hezbolá, Hamás o de los hutíes? Tal vez, Estados Unidos intervendría si el escalamiento es demasiado alto y vertiginoso al punto en el que Israel de cierta forma se vea en riesgo”, concluye el experto.
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