Países Bajos en el Campeonato Europeo Femenino: La Oranje en caída libre

Al final, las holandesas pudieron agradecer haber encajado solo cuatro goles. Una escena fue emblemática de la superioridad inglesa: cuando la portera Hannah Hampton envió el balón plano y preciso desde su propia área a través de la mitad del campo, directamente a los pies de la delantera Alessia Russo, pareció como si Inglaterra hubiera disparado un rayo láser. Este pase fue más que un simple preludio a otro ataque; fue un símbolo de todo el partido: Inglaterra con una línea clara y determinación, mientras que la Oranje, por otro lado, se mostró a menudo desorientada y sin control. Mientras que las inglesas, tras su derrota inicial ante Francia, subrayaron que eran, con razón, unas de las favoritas para esta Eurocopa, los rostros de las holandesas reflejaban decepción. Peor aún, la derrota planteó dudas sobre la relación interna del equipo.
El juego de las holandesas a menudo se veía desorganizado y sus rostros reflejaban irritación. ¿Un problema de actitud? Al menos, este parece ser el tema central que el entrenador Andries Jonker quiere abordar. Incluso antes del primer partido del torneo contra Gales, preguntó: "¿Estas chicas todavía quieren jugar con este equipo? Eso es importante para mí. Esa es la clave".
Para enfatizar el espíritu de equipo, según informes de prensa, Jonker colocó una camiseta de la selección nacional sobre la mesa durante los preparativos del torneo y pidió a todos los jugadores y al cuerpo técnico que la firmaran, como muestra de su compromiso con el objetivo común. Un símbolo de solidaridad. Pero cada vez surgen más pruebas que sugieren lo contrario.
La delantera Lineth Beerensteyn habla de su lugar en el banquillo
Varias jugadoras han señalado en ruedas de prensa y entrevistas recientes que no comprenden del todo las decisiones de Jonker. La experimentada Daniëlle van de Donk, en particular, criticó duramente la decisión inicial de Jonker de sentarla en el banquillo contra Inglaterra. Se echó mucho de menos su presencia en el centro del campo, pero no apareció hasta el minuto 66. "Después del partido contra Gales, tuve unas ligeras molestias en la ingle, pero hoy estaba lo suficientemente bien como para jugar desde el principio. Sin embargo, la decisión de dejarme fuera ya se tomó ayer", declaró la jugadora de 33 años, visiblemente insatisfecha con la decisión de su entrenador.
Lineth Beerensteyn también criticó a Jonker. Como máxima goleadora de la Bundesliga, se mostró visiblemente irritada por estar también en la banca contra Inglaterra. Expresó su esperanza de que "el seleccionador encuentre el plan adecuado para el partido contra Francia. Definitivamente tenemos que cambiar algo". Jonker, exentrenador del Wolfsburgo y brevemente entrenador del Bayern de Múnich, por otro lado, consideró al equipo responsable: "Queríamos controlar el partido con la posesión y presionar a Inglaterra. Pero, en última instancia, las jugadoras tienen que implementar este plan en el campo", explicó la jugadora de 62 años.
Ya era evidente que el torneo no presagiaba nada bueno para Países Bajos. En enero, la Federación Holandesa de Fútbol (KNVB) anunció la destitución de Jonker tras la Eurocopa, convirtiéndolo en un entrenador sin futuro. El término "pato cojo" se utiliza a menudo en este contexto. En un podcast de la emisora holandesa NOS, Jonker expresó su decepción y sorpresa por la decisión de la asociación.
Última oportunidad para Jonker y OranjeEl próximo domingo se verá si se pueden resolver los problemas de comunicación en la selección holandesa y con qué rapidez. Los holandeses se enfrentarán a los franceses, que figuran entre los favoritos al título y que lo confirmaron con una victoria por 2-1 sobre los actuales campeones de Europa, Inglaterra, en su primer partido.
El partido debería, por tanto, proporcionar respuestas sobre si el equipo de Jonker será capaz de dejar de lado sus diferencias personales por el bien del equipo, o si el torneo ya ha terminado para las holandesas tras la fase de grupos.
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