El Rin podría calentarse: los expertos advierten sobre las consecuencias del cambio climático

Coblenza. La temperatura del agua del Rin podría aumentar hasta 4,2 grados Celsius para finales de siglo debido al cambio climático. Esta es la conclusión de un análisis realizado por el Instituto Federal de Hidrología (BfG) y el instituto de investigación holandés Deltares en su trabajo para la Comisión Internacional para la Protección del Rin (ICPR).
«El Rin se está calentando significativamente como resultado del cambio climático», afirma. Ya existen impactos ecológicos y económicos que se intensificarán en el futuro. El aumento de la temperatura del agua está directamente relacionado con el aumento de la temperatura del aire debido al cambio climático, explican los expertos en un comunicado.
Los investigadores simularon la evolución de la temperatura del agua y realizaron los cálculos correspondientes con modelos. Prevén que el agua del Rin se calentará inicialmente entre 1,1 y 1,8 grados para mediados de siglo. «Para el año 2100, la temperatura media anual del agua podría incluso aumentar entre 2,9 y 4,2 grados, en comparación con el período de 1990 a 2010, que se utilizó como referencia para todos los cálculos».

Suiza podría verse más afectada por el calentamiento del agua del Rin (en este caso, el río en Basilea).
Fuente: Jens Büttner/dpa
En promedio, el número de días en que la cuenca principal del Rin alcanza temperaturas inferiores a 10 grados Celsius podría disminuir significativamente: de los 170 actuales a 104. Al mismo tiempo, según el modelo, el número de días con temperaturas superiores a 21,5 grados Celsius aumentaría de los 32 actuales a 106 días al año. En 50 de estos días, las temperaturas podrían incluso alcanzar un promedio de entre 25 y 28 grados Celsius. Según el análisis, las secciones meridionales del Rin, desde Suiza hasta Karlsruhe, se verán especialmente afectadas.
«Si se superan los umbrales críticos de temperatura durante periodos prolongados, pueden producirse daños ecológicos», explica Tanja Bergfeld-Wiedemann, bióloga del BfG. «A temperaturas más altas, la solubilidad de los gases en el agua también disminuye, lo que implica una menor disponibilidad de oxígeno para los animales».
Las restricciones en el uso del agua también son una posible consecuencia. «El aumento de la temperatura resultará en una menor capacidad disponible para los consumidores de agua de refrigeración, tanto actuales como nuevos».
RND/dpa
rnd